viernes, 13 de abril de 2007

La Comunicación de Intervida, ¿la lucha por una reputación perdida?

La ONG publica a diario desmentidos con las noticias publicadas en los medios

A raíz de las noticias aparecidas a lo largo de la semana sobre los posibles escándalos financieros de la Fundación Intervida, la ONG ha desarrollado una asfixiante campaña de Comunicación basada en la publicación de notas de prensa diarias con las que pretendía rebatir todo aquello que los medios han destapado. Al mismo tiempo, conscientes de que esta mala publicity pudiera espantar a sus socios, Intervida se está poniendo en contacto con los mismos a través de cartas en las que dan su versión de los hechos.

Con 400.000 socios, una de las ONG mejor reconocidas en España, Fundación Intervida, está viendo peligrar su imagen de marca, después de las distintas noticias que informan de los posibles delitos de fraude por los que la organización está siendo investigada durante estos días por la Fiscalía de Barcelona. Concretamente, la entidad podría haber incurrido en el desvío de casi siete millones de dólares a la empresa peruana Argenta Inmobiliaria, vinculada a la ONG, para la fabricación de unas viviendas sociales en el país andino que, hasta ahora, no han sido construidas.

Tras el escándalo, que saltó la semana pasada a los medios de comunicación, la organización ha decidido dar la callada por respuesta y ‘no realizar ningún tipo de declaraciones por parte de sus responsables’, según ha podido constatar PRCOmunicación. La entidad se ha limitado a dirigir su Comunicación a través de notas de prensa y cartas enviadas directamente a los medios y sus socios, respectivamente, en las que intenta desmontar las acusaciones de las que está siendo objeto, asegurando que ‘todos los ingresos de Fundación Intervida se aplican a fines sociales’.

Estas acciones surgen con el objetivo de luchar por la buena reputación de la que la ONG ha gozado durante estos años, y que le podrían llevar a disminuir sus ingresos, que en los últimos años alcanzaron la cifra de 90 millones de euros anuales. Asimismo, dentro de esta estrategia de Comunicación, la organización ha publicado en su página web un informe, titulado, ‘Las Cuentas Claras’, en las que señala los datos de sus cuentas anuales, así como un resumen de auditoría, desde 1995 a 2005, intentando demostrar así su transparencia financiera.

Sin embargo, la otra ONG que ha sido noticia durante el último mes, Anesvad, tras la detención de su presidente acusado de apropiación indebida de fondos ha preferido no hacer más comunicación que la realizada a los dos días de la detención de su presidente, en la que sus trabajadores anunciaban que ‘no se responsabilizan de las acciones presuntamente realizadas’ por Gamarra.

Dos opciones distintas para dos organizaciones no gubernamentales que gozaban de gran prestigio en España y que ahora podrían ver en peligro la imagen labrada durante tantos años. Una pérdida que, si realmente se produce, dejaría ver sus primeros efectos en el número de socios, unos datos que, según asegura Gracia Escudero, dircom de Aldeas Infantiles ‘aún es pronto para saber a grandes rasgos cuánto ha afectado’.

Fuente: PRComunicación

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es mucho más que una imagen de marca lo que está en juego. Es la confianza en todo un sector la que se está tambaleando estos días, por lo que creo que es una actitud irresponsable por parte de los medios de comunicación. En el caso de Anesvad hay un detenido y el resto de la ong sigue trabajando en una labor tan necesaria como su lucha contra la lepra y otras enfermedades. En el caso de Intervida hay una investigación que ya dura cuatro años sin que se haya podido imputar todavía ningún delito a nigun responsable de la organización. Eso sí, se habla y se habla de acusaciones que, analizando la prensa, no he visto respaldadas por ninguna prueba ni dato concreto. Este tema es muy serio y debe ser tratado con rigor.
Por cierto, lo logico es que desmientan las noticias que les afectan y quiero recordar que lo primero en estos casos es el derecho a la presunción de inocencia. El resto se llama linchamiento.