En algunos puntos ya son visibles los primeros problemas en el acceso y en la velocidad de la Red.
Según el Diario Ti la universalización del acceso a Internet desde el hogar, acentuada tras el lanzamiento de tarifas planas cada vez más asequibles, junto con la popularización del uso de determinadas aplicaciones –como YouTube- y servicios –como la telefonía IP- y el incremento del número de dispositivos de acceso, están poniendo al límite la capacidad de Internet.
Algunas de las principales consultoras, como Deloitte, vaticinan que la llamada Red de redes podría alcanzar en 2007 su capacidad máxima, con los problemas que ello conllevaría a la comunidad empresarial on-line y al consumidor final.
En la actualidad, más de un tercio de todo el tráfico de Internet son aplicaciones de vídeo y audio, que consumen mucho ancho de banda. De hecho, hoy por hoy, YouTube está sirviendo al día 40 millones de vídeos lo que supone unos 200 terabytes de datos, es decir, aproximadamente 200.000 gigas, por lo que bastaría un incremento inesperado en el uso de esta aplicación para que se hicieran visibles los primeros problemas en el acceso y en la velocidad de la red como latencia, caída o ralentización del servicio.
Los nuevos protocolos de vídeo y voz requieren cada vez más calidad y más ancho de banda, por lo que en algunas ocasiones, los ISPs y las empresas de telecomunicaciones no consiguen cubrir las crecientes necesidades de ancho de banda para soportar el exponencial crecimiento del uso de Internet. Además, la gestión de los archivos es una tarea complicada y de elevado coste para los proveedores de servicio y los operadores de telecomunicaciones. Así, por ejemplo, de acuerdo con Infonetic Research, un archivo típico de vídeo en Internet llega a consumir 1.000 veces más ancho de banda que un mensaje de correo electrónico. Y mientras el envío de 100.000 emails cuesta a una compañía de telecomunicaciones alrededor de 20 céntimos, la transmisión de 100.000 vídeos de baja resolución tiene un coste próximo a los 15 dólares y 100.000 películas de alta definición alrededor de 10.800 dólares, según datos de la misma consultora.
“Definitivamente, estamos en el principio de un nuevo boom", explica Jon Lindén. “La transmisión de las aplicaciones de vídeo demandan más ancho de banda. Después de años de calma, la industria se enfrenta a un nuevo período, resultado del crecimiento sin precedentes de servicios de vídeo on-line y otras aplicaciones grandes consumidoras de ancho de banda, que exige un aumento de la capacidad de la Red pero también una utilización más eficiente de los recursos existentes".
Según el Diario Ti la universalización del acceso a Internet desde el hogar, acentuada tras el lanzamiento de tarifas planas cada vez más asequibles, junto con la popularización del uso de determinadas aplicaciones –como YouTube- y servicios –como la telefonía IP- y el incremento del número de dispositivos de acceso, están poniendo al límite la capacidad de Internet.
Algunas de las principales consultoras, como Deloitte, vaticinan que la llamada Red de redes podría alcanzar en 2007 su capacidad máxima, con los problemas que ello conllevaría a la comunidad empresarial on-line y al consumidor final.
En la actualidad, más de un tercio de todo el tráfico de Internet son aplicaciones de vídeo y audio, que consumen mucho ancho de banda. De hecho, hoy por hoy, YouTube está sirviendo al día 40 millones de vídeos lo que supone unos 200 terabytes de datos, es decir, aproximadamente 200.000 gigas, por lo que bastaría un incremento inesperado en el uso de esta aplicación para que se hicieran visibles los primeros problemas en el acceso y en la velocidad de la red como latencia, caída o ralentización del servicio.
Los nuevos protocolos de vídeo y voz requieren cada vez más calidad y más ancho de banda, por lo que en algunas ocasiones, los ISPs y las empresas de telecomunicaciones no consiguen cubrir las crecientes necesidades de ancho de banda para soportar el exponencial crecimiento del uso de Internet. Además, la gestión de los archivos es una tarea complicada y de elevado coste para los proveedores de servicio y los operadores de telecomunicaciones. Así, por ejemplo, de acuerdo con Infonetic Research, un archivo típico de vídeo en Internet llega a consumir 1.000 veces más ancho de banda que un mensaje de correo electrónico. Y mientras el envío de 100.000 emails cuesta a una compañía de telecomunicaciones alrededor de 20 céntimos, la transmisión de 100.000 vídeos de baja resolución tiene un coste próximo a los 15 dólares y 100.000 películas de alta definición alrededor de 10.800 dólares, según datos de la misma consultora.
“Definitivamente, estamos en el principio de un nuevo boom", explica Jon Lindén. “La transmisión de las aplicaciones de vídeo demandan más ancho de banda. Después de años de calma, la industria se enfrenta a un nuevo período, resultado del crecimiento sin precedentes de servicios de vídeo on-line y otras aplicaciones grandes consumidoras de ancho de banda, que exige un aumento de la capacidad de la Red pero también una utilización más eficiente de los recursos existentes".
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