lunes, 8 de enero de 2007

La tienda a la carta

Si entra en una tienda de alimentación y lo que ve en el escaparate no es lo mismo que había al mediodía, no se asuste, los yogures no se han movido de sitio solos
Si mañana, a primera hora, lo que encuentra en la misma tienda son los periódicos matutinos, siga sin asustarse, no está delirando.
De ser así, los responsables del establecimiento están aplicando nuevas políticas de venta. Esa sería la explicación menos paranoica. Y en ese caso, lo más probable es que estén adaptando el almacén o mini mercado al modelo japonés de tienda multiservicio. El futuro de nuestro consumo diario ya está aquí. O al menos, en otro país.
Las tiendas multiservicio fueron creadas a partir del modelo estadounidense de tienda de gasolinera -establecimientos abiertos las veinticuatro horas del día-, y los japoneses estiraron la idea hasta crear uno de los tipos de negocio más lucrativos del país.

Adaptación
Los konbini son micromercados adaptados a las necesidades de los diferentes tipos de clientes a lo largo del día. Abren todos los días, y no solamente venden productos de alimentación y limpieza, sino que también ofrecen servicios de correo y paquetería, fax, Internet, descarga de videojuegos, cajero automático…
Lo que realmente sorprende de estas tiendas es la gestión del espacio. Nunca superan los cien metros cuadrados, y cada porción está pensada para explotar al máximo su capacidad. Al mediodía, se dedican varios estantes a los sándwiches y a la comida rápida para oficinistas. Por la tarde, en ese espacio se colocan productos básicos, y por la noche proliferan las revistas, el alcohol, los videojuegos y la comida caliente para el que no tiene tiempo de cocinar. Los sándwiches de mediodía pasan a ser ofertas a mitad de precio, para no tener que tirar nada.
En España este modelo de negocio automatizado al máximo todavía está algo lejano. Aún así, se comienza a ver como crecen sin cesar las ventas de las tiendas abiertas las veinticuatro horas al día, mientras que los hipermercados son centros de consumo de fin de semana.
En cualquier caso, si sus yogures mañana han cambiado de sitio a la hora de comer, a lo mejor no es solamente una estrategia casual. A lo mejor el konbini ya está aquí.

De todo un poco
Desde el pago de facturas o la compra de entradas para eventos, hasta medicamentos y servicio de mensajería. Todos tienen cajeros y la compra por internet desde la oficina minutos antes de entrar en la tienda es práctica habitual.
Peculiaridad: como los konbini no tienen apenas espacio, los camiones de distribución llegan constantemente para entregar mercancía.

Fuente: Lucía Lijtmaer, www.diarioadn.com

Andoni Urkiaga

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